No puedo dormir. Una vez más me encuentro en el umbral del diálogo con lo etéreo de todo lo externo e interno de la realidad a la que pertenezco.
Un diálogo mental y silencioso en el que mi organismo repica como campana movida por una onda sísmica e invisible que me mantiene en plena vibración en plena ebullición.
Esta cabeza no para y ese universo no calla, mientras que el pecho marca el ritmo armónico o disonante que los sentimientos y sensaciones le imponen.
A veces deseo huir, de este molino que me tritura a pesar de conocer que el grano aunque harina sigue siendo alimento. Otras deseo permanecer mecida en el oleaje de la playa cálida y abrigada en la que cada grano de arena es compañía
…Y en la quietud de la noche todo fluye como agua de lluvia deslizada en las agüeras que bajan las altas montañas deslizándose según su orografía como arroyos, sumergiéndose en el mundo subterráneo del subconsciente y aflorando en cascada hacia las fuentes.
V.Nas
Nas que maravilla, esta quietud se siente, se palpa en cada letra, es un todo, un convivir con cada pensamiento y los hay de mil colores haciendo que el sueño no llegue o que se interrumpa.
ResponderEliminarMe he dejado llevar.
Un abrazo.
Sensaciones complejas, de grano de trigo a grano de arena, todo un universo que sacude y traslada de las fuentes a las cascadas, en la noche cósmica de un adentro, no quieta, mutante...todo fluye.
ResponderEliminarMe has sumergido en ese viaje de insómnio fascinante palabra por palabra.
Besitos Nas.
¿Todo va bien Marivi?
ResponderEliminar¡Feliz 2013! Jo aunque no sé dónde estás...
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