miércoles, 16 de febrero de 2011

Nacidos para amar



¡¡Te quiero tanto!!
Ráfaga de pensamiento
que atraviesa por mi mente.

¡Te quiero, tanto!
Y ni siquiera sé seguro
si alguna vez quise algo…


¡Te quiero tanto!

Si el querer me duele llanto,
que alguien me diga por qué…
dejar de querer… duele más.


De esta duda y confusión
que agita mi corazón…


Del querer… y no querer.

Solo acierto a comprender
que permanece… el dolor.
V.Nas

7 comentarios:

  1. que belleza de imagen y poema con los cuales nos deleitas los sentidos y nos haces conmover los sentimientos, esta asturiana te manda un besin muy grande y te da las gracias por hacernos participes de tanta belleza.

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  2. Si la envidia puede ser buena, yo te tengo un montón. Qué bien has expresado esa pincelada de sentimiento contradictorio que tiene el amor. Un beso

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  3. Un cuestinamiento eterno, dicho de un nuevo y bello modo: al tuyo!
    Duele amar, y duele olvidar... a veces sería mejor ser una piedra?

    un besote, MARIVI

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  4. Marisol ¿Cómo puede ser posible que tú puedas envidiar algún escrito? Me halagas mucho amiga, pero te restas méritos inmerecidamente. Tú sabes muy bien que escribes muy bien.
    Un abrazo Solete.
    Mariví

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  5. ¿...Y cómo ser una piedra querida Cas? Nos han puesto en algún lugar que asociamos al corazón una ollita a presión que lo mismo se enfría , que quema, que bufa, que explota, que se desborda en llanto por alegrías y tristezas... y lo peor de todo ¡No hay quién la controle!
    Un abrazo Cas
    Mariví

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  6. Lo malo de esas ráfagas es que pueden dejarnos tiesos, aunque haya corazones duros como las piedras.
    Me agrada leer estos poemas tan hermosos, amiga mia.
    Un beso. Elisa

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